Llega el tercer volumen de la nueva trilogía de Rick Riordan.
Comprar en:
Compártelo
Con la ayuda de algunos amigos semidioses, Lester se las ha apañado para sobrevivir a las dos primeras pruebas: una en el Campamento Mestizo y la otra en Indianápolis, donde Meg recibió la profecía oscura. Las palabras que pronunció sentada en el Trono de la Memoria revelaron que un dream team de tres emperadores romanos supervillanos planea atacar el Campamento Júpiter.
Mientras Leo vuela a toda velocidad para alertar el Campamento Romano, Lester
... leer más
Este es el tercer libro de la saga ?Las pruebas de Apolo?, y por suerte no será el último. Rick Riordan
... leer más
Este es el tercer libro de la saga ?Las pruebas de Apolo?, y por suerte no será el último. Rick Riordan nos deja un libro con todas las letras, con muucha acción, aventura, diversión y misterio. .
Tras haber sido arrojado del Olimpo por su padre (el gran Dios Zeus), Apolo tiene que aprender a vivir como un simple mortal. Ahora es Lester Papadopulus, un adolescente con granos y michelines, nada más lejos de lo que solía ser. Después de haber pasado dos pruebas previamente,Apolo tiene que enfrentarse nuevamente a otra aventura, esta vez en el laberinto en llamas.
Pero no se preocupen por la salud de nuestro antiguo Dios (un poco no estaría de más) porque él no está solo en esto. Lo acompañan la joven pero valiente semidiosa Meg, quien busca vengarse de lo que le sucedió en el pasado. Y el sátiro Grover Underwood, antiguo amigo de Percy Jackson.
A este trío le tocará pasar por muchos retos, enfrentar el fuego, la magia, emperadores malvados... .
Si son como yo, que pensaba que Rick no era mi tipo, están equivocados, RICK ES MARAVILLOSO . Es un de los pocos libros en el cual me cae bien el personaje principal, Apolo es genial. Juega con la ironía en momentos totalmente fuera de lugar, hace cosas inesperadas, y es un chico súper guay.
Y si no habéis leído Percy Jackson, no se preocupen porque se entiende perfectamente.
Las 413 páginas se me pasaron rapidísimas, ninguna está de más.